En Madrid este dúplex se transformó en vivienda estudio para dos arquitectas, el mayor reto era llevar la luz natural al piso inferior, un espacio sin ventanas y ahí está!
La continuidad entre las dos plantas es total y se consiguió creando un pabellón muy abierto a la azotea, aportando luz desde el hueco de la escalera que cerramos en vidrio y desde una claraboya pisable que instalamos en la terraza.