Una reforma integral de un piso en un edificio de 1890 en Madrid, una intervención delicada en la que dábamos respuesta a la petición de una casa organizada, pensada para el estudio y el trabajo con un ambiente relajado y sobrio.
La vivienda también debía modularse para el uso de una sola persona a tres, y lo conseguimos creando unas habitaciones independizables, cuando era necesario su uso, a la vez que integrables en el resto del espacio cuando no estaban habitadas, un concepto de distribución totalmente a la medida.